Time to be alive □ Bastian

Ya está bien con la mierda de la mochila, es una puta mierda tener que llevarla a todos lados. La dejo en la primera de las tres camas que veo, la que está mas cerca de la ventana, me siento en ella y miro la habitación, tampoco es gran cosa, pero no se está nada mal, al menos no hace calor. Miro la mesita de noche y voy a ver los cajones, tendré que hacer algo para ponerle un doble fondo y poder guardar la maría y esas cosas, porque si no viene la pasma y a la cárcel de nuevo y tampoco hay ganas de eso, que es un puto asco pasarse allí la noche y que luego te den la condicional, que a mi no me ha pasado, pero a mis amigos sí, por suerte yo tenía que ir a una de esas fiestas de pijos con mis padres y me libré de la redada, si es que tengo una chorra que lo flipas.

Me siento en la cama a lo indio y acerco la mochila hacia mi, ni siquiera tengo ropa para una semana, pero es que me daba pereza traer una mochila, así que me iré a comprar ropa un día de estos, puede que cuando se acabe el verano o cuando no sé, ya veré total... con tres modelos de ropa algo aguantaré, diría yo vamos. Saco mi maría, abro la bolsa y la huelo un poco, es que huele bien, pero cuando se quema huele mejor, mucho mejor. Saco el mechero y el papel de liar, lo extiendo sobre la cama, pongo un poco de maría dentro, lo cierro y me lo pongo en los labios. Guardo todo dentro de la mochila menos el mechero. Los primeros días dentro de esta mierda son los peores, así que tendré que estar muy colocada para poder aguantarlo. Enciendo el porro y me quedo sentada en la cama, espero que a mis compañeros no les moleste, aunque para ser sincera me importa una mierda, si les molesta que abran la ventana y pongan ambientador, porque a mi nadie me quita mi porro.

¡Joder! ¿Y dónde coño meto yo esto ahora? Si es que a mi la suerte me dura segundos, me cago en la puta madre que lo parió, llevo cinco putos minutos en esta habitación y ya me están jodiendo, yo que pensaba que aquí no iba a haber nadie que me diera la tabarra con lo de siempre: "Fumar es malo cariño, pero si te drogas es mucho peor" y a ti que mas te da lo que yo decida hacer con mi puta vida, ya sé que os encanta meteros en la vida de los demás, pero mira que hay gente con la que meterse, dejadme en paz de una puta vez.

Suspiro evidentemente harta de toda esta mierda, me quito el porro de la boca para poder hablar -Joder, pues un porro ¿qué no lo ves?- le digo, bueno, mas bien le espeto, es que es algo obvio, no hay que indagar mucho en el asunto -Sí, ya lo sé- murmuro como si fuera una oficial subordinada que recibe ordenes de su capitán y que está harta de ello. Le extiendo el porro y alzo una ceja -Mira, ya sé que no ganáis mucho, pero eso de quitarle las drogas a los menores para no tener que comprarla vosotros porque tenéis un sueldo de mierda es un poco rastrero ¿no crees?- le sonrío de manera maliciosa y me quedo mirando embobada como el porro se consume lentamente, gastándose por gusto cuando podría estar disfrutándolo, ahora solo le falta ponerse a fumar delante mío y ya será la polla.

Yo no le gritaba porque me molestaba que me quitara el porro, tenía mas maría y aparte podía comprar más, lo que me jodía era que estuviera prohibido que se fumaran y encima que a la gente le molestara... con lo bien que se pasa, si todo el mundo se fumara un porro a la semana se acabarían las guerras en el mundo.

Por suerte no era un Perfect, un Perfect no se pone a fumar delante de un campista. Que mi compañero de habitación se ponga a fumar de mi cigarro no me molesta, yo soy muy de compartir, siempre comparto mis porros, no soy egoísta. Recogí mi porro y lo mire con cara de mala hostia, le di una calada al porro y expulsé el humo por la nariz -Yo no cacarreo, expreso mis inquietudes- digo lentamente y vuelvo a llevarme el porro a los labios.

Le sonrío amablemente -Yo soy Thalia y sí, soy tu compañera de habitación- murmuro y me lo quedo mirando fijamente. Es un chico bastante guapo, tendrá como cinco años mas que yo, tiene cara de viejo, pero los maduritos siempre están buenos y saben lo que se hacen, además este chico no es de esos giilipollas que les molesta el humo porque "es malo para el cuerpo" ¿a quién coño se le ocurrió inventar esa mierda? Si es que la gente no gana para decir tonterías. Gilipollas, gilipollas todos. Vuelvo a mi porro y lo dejo en la mesa cuando apenas queda nada, lo apago ahí mismo y me vuelvo hacia él -Bueno, Bastian ¿qué hace un tío como tú en un sitio como este?- pregunto y me muerdo la lengua como ya viene a ser costumbre.