Caminando por los Alrededores {Danielle L. Gallagher}

Ya me había instalado en la habitación y había dejado mis maletas en ellas, me había cambiado a una ropa un poco más cómoda y había salido para recorrer una vez más el campamento donde había pasado por varios años consecutivos mis vacaciones, solo esperaba encontrarme tal vez con alguien nuevo o quizá alguien que ya conocía lo que primero pasara para dar inicio a este verano que sin duda alguna sería genial.

En ese camino por el campamento llegué a un lado donde poco era transcurrido y se encontraba la cabaña abandonada en la que había pasado grandes aventuras sexuales, en ese momento recordé aquellos acontecimientos especiales con esa hermosa chica que para desfortuna mía no vendría este verano. Caminé hacía la cabaña con el ideal de entrar y verificar que tanto había sido movido los objetos de su interior mientras estaba cerrado el campamento desde el verano pasado, abrí la puerta y justo cuando iba a entrar escuche unos pasos que se percibían por el ruido de las hierbas al pisar que venían hacia donde estaba, solo esperaba que no fuera ningún prefects pues hasta donde tenía entendido no era permitido ingresar a esa cabaña para eso estaban los letreros en las puertas restringiendo el paso de los cuales siempre me saltaba.

Aquél era su primer año como prefecta. La verdad es que estaba algo emocionada, pero sabía que sus niveles de autoridad no eran demasiado altos, la mayoría la veía como una ayudante. Sin embargo, había hecho una llamada a los administradores del campamento, desde siempre había querido hacerse cargo de los cursos de música, y a pesar de que hasta ahora estaba en tercer semestre de Teoría y Composición Musical en la UMN, habían dado una gran recomendación de ella, y allí estaba.

Salió a dar una vuelta, no muchos campistas llegaban aún, lo que le daba algo de tiempo para relajarse. Aquél campamento había sido su hogar cuando era una chiquilla, y esperaba hacer de aquél lugar un refugio como lo había sido para ella.

Tenía que ir en la tarde por su programa, y por la lista de personas que se habían inscrito a su curso. Esperaba que fueran bastantes, ella siempre se registraba a todos y cada uno de los cursos de artes que encontraba cuando llegaba.

Iba caminando por ahí cuando encontró a un chico caminando cerca a una de las cabañas prohibidas. Sonrió, y se acercó a él. ¿Qué haces tu por aquí?

Casi que adentro de la cabaña una chica me pregunto a lo que quedé algo perplejo estaba casi seguro que nadie me había visto entrar, solo di medía vuelta para verificar quien era y dar respuesta - amm... bueno digamos que nada solo estaba pasando y bueno supuse que no abría problema si miraba esta cabaña de seguro no esconden nada raro - me sentí como un pelmaso a tal respuesta era más que obvio que los letreros grandes, llamativos decían todo lo contrario y por más explicaciones que diera perdería contra ella - pero ¿luego eres prects o estás jugando a serlo? - aún tenía la duda si sería prefect o no aparentaba menor edad que yo pero en este campamento los prefects no eran los de mayor edad sino de mayor conocimiento en sus áreas de trabajo, solo esperaba que no lo fuera pues mi pregunta fue algo tosca, pero más que por que fuera grocero sería en modo de defensa no quería que tuviera mi primer memorando ni mucho menos fuera delatado con las Directivas del Campamento.